Presentación
La relación entre el individuo y la comunidad donde se desenvuelve, se ha reflexionado desde la antigüedad, por esta razón Aristóteles escribió su famosa frase;
“el hombre es un ser naturalmente sociable, y el que vive fuera de la sociedad por organización y no por efecto de azar, ciertamente es, o un ser degradado, o un ser superior a la especie humana” (1965, p. 23)
Por lo que es inevitable la estrecha relación entre el individuo y la comunidad en la que vive, en consecuencia es necesario que las personas se relacionen unas con otras para satisfacer todo tipo de necesidades, desde las más básicas hasta las más complejas. Pero la convivencia no siempre es apacible y tranquila como quisiéramos, ya que tenemos diferentes necesidades y prioridades, por lo que a menudo se nos pueden presentar conflictos, choque de intereses o discrepancias con voluntades propias de cada persona, esto sucede en todos los ámbitos de la vida, ya sea a nivel personal, familiar, social, con la comunidad nacional o entre países.
Por este motivo, existe la necesidad de que haya una adecuada organización de las personas y que se establezcan reglas para una sana convivencia, ya que es necesario determinar las obligaciones de cada individuo, pero también los derechos con los que cuentan y así se pueda garantizar el respeto por la dignidad de todos y buscar construir el bien común en beneficio de la sociedad.